Casos de uso, tan sencillo como hacer un pastel

Como hemos visto, los casos de uso nos sirven para conocer como interactúa el actor con el sistema, así como para determinar como se aplican las reglas del negocio.

Desgraciadamente la parte técnica siempre tiende a expresar y pensar en términos técnicos, por ello, se tiende a elaborar casos de uso como si fueran un algoritmo o pseudo código, lo cual no siempre es lo mas deseable o entendible.

Como sabemos, un algoritmo o pseudo código nos indica como funciona internamente el sistema, que pasos se tienen que realizar de una forma ordenada para poder completar una tarea. Es decir, que se tienen que hacer paso por paso.

Si vemos, estaríamos hablando de solo el sistema, claro, sabemos que entrada y salida de datos y como aplicamos la reglas, pero no pensamos que relación tiene el usuario o actor con el sistema.

Por otra parte, el uso de términos como "botón", "entrada", etc. complica que los usuarios que no están familiarizados con esa terminología se confundan o tengan interpretaciones que no tengan que ver con la realidad. Además de solo se resuelve una parte específica del problema.

Los casos de uso se utilizan para determinar como interactúa el actor con el sistema, no interesa como funciona el sistema, lo que interesa es saber cuando se aplica una regla del negocio, que se tiene que hacer y cuales son los requerimientos y como se cumplen, sin que dejar duda alguna.

Es por eso que no están pensados en términos técnicos, realmente son una herramienta para modelar una realidad y que el usuario valide que realmente se están cumpliendo sus requerimientos y expectativas.

Si consideramos ese punto, los casos de uso son como hacer un pastel, solo se tienen que seguir una de serie de reglas básicas, mezclar los ingredientes comunes y como en la vida real, solo con la práctica permite que se realicen los mejores pasteles

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